Radwin, compañía especializada en soluciones de small cells en el backhaul que no se encuentran en la línea directa de visión, ha mostrado su primer drone para despliegue de antenas equipado con una Smart Beam-Forming y destinado a simplificar los despliegues de small cells.Este drone, todavía en proceso de patente, permite a las operadoras realizar diagnósticos sobre el terreno en sitios con un acceso difícil como, por ejemplo, tejados o en mobiliario urbano de difícil acceso. Ello lleva a poder certificar despliegues de small cells y evaluar su viabilidad para dar soporte a la red backhaul.
El equipamiento que incorpora este drone para despliegue de antenas incluye tanto las herramientas de inspección de Radwin, como la antena Smart Beam-Forming 5000 JET de la misma compañía.
Como se muestra en el vídeo formativo, es posible elevar este drone hasta varias alturas distintas para poder operar cómodamente cualquier instalación de red. El aparato es capaz de escanear la cobertura de conectividad en 360 grados en tan solo cuestión de segundos mientras tiene en cuenta todos los parámetros necesarios para asegurar la correcta calificación del sitio.
El nuevo drone de Radwin es un quadcopter de tamaño medio, que cabe en el maletero de un coche, y que puede ser desplegado en cuestión de pocos minutos, siendo dirigido a través del smartphone.
De esta forma, se substituye la necesidad de llevar una grúa para elevar un operario y la correspondiente antena al lugar de inspección, con los inconvenientes de tener que resituar dicha grua cada vez que se varía la posición de medición.
El drone de Radwin facilita, así, el ahorro de costes en el alquiler o compra de la grúa para llevar a cabo las comprobaciones, además del tiempo de preparación y ejecución de las comprobaciones y la certificación.
Legislación sobre el drone para despliegue de antenas
Antes de proceder a la adquisición de uno de estos ingenios es necesario asegurarse que las leyes nacionales y locales permiten su uso, y obtener las licencias necesarias en cada caso. En España, por ejemplo, no es posible volar cualquier drone de forma libre, aunque es posible conseguir licencias para determinados usos profesionales.
