Laird ha anunciado el lanzamiento de sus nuevas antenas de banda ancha con bajo PIM (Passive Intermodulation) de la serie CFS para conexiones de elevada velocidad, que pueden ir montadas tanto en pared como en techo y con un formato delgado. Dichas antenas han sido concebidas para su montaje en edificios residenciales, hoteles, aeropuertos, y otras áreas en las cuales sea necesaria una gran cobertura.
Presentan un grosor de solamente siete milímetros, más o menos la mitad de lo que un smartphone moderno, siendo con ello menos visibles cuando las montamos en pared o techo e, incluso, pudiendo montarlas escondidas tras un cuadro o en otro elemento decorativo.
Gracias a su tecnología pendiente de patente, es capaz de radiar una señal en entornos de interior que es un 20% más eficiente que otros sistemas distribuidos de antenas pensados para trabajar en interiores.
También están orientadas a prestar servicio de conectividad a los dispositivos de la Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), de los cuales los expertos prevén que en 2020 tendremos a nuestro alrededor hasta 23.000 millones en todo el planeta, con un 40% de esta exorbitante cantidad dedicados a tareas de negocios, industriales, o de salud.
Usos para las antenas de banda ancha con bajo PIM
La mayor parte de este tráfico se va a originar en interior, como las oficinas, hoteles, hospitales, centros educativos, centros comerciales, y edificios de múltiples usos.
La nueva serie CFS de antenas de banda ancha con bajo PIM de Laird proporciona un patrón de cobertura optimizado para los requisitos de los interiores a 600-960 MHz y 1.690-3.800 MHz, soportando globalmente las tecnologías de conectividad GSM, DCS, UMTS, AWS-3, y las bandas de frecuencias 3G/4G-LTE/WiMAX.
Laird nos ofrece dos antenas de esta serie: la CFS60383P y la CFS69383P, prácticamente idénticas en cuanto a especificaciones y que utilizan conectores Tipo N hembra, y DIN 4.3-10.
